Sólo sobreviven unos pocos ejemplares en el norte provincial, casi en el límite con Corrientes.
Los cardenales amarillos son aves muy apreciadas en el mercado ilegal de mascotas, por la belleza de su raro canto y porque se adaptan con facilidad a la vida en cautiverio.
Miden unos 20 centímetros, son regordetes y poseen un copete alto, de finas plumas negras. Los machos, más llamativos que las hembras, poseen tonos amarillo-dorado con vetas negras en el dorso, alas y cola.
En nuestra zona rural es habitual encontrar personas mayores que recuerdan haberlos visto en sus campos, donde eran abundantes décadas atrás, pero hoy por hoy es casi imposible hallarlos.
El cardenal colorado, pariente del amarillo, también es requerido como ave de jaula, pero como es mucho menos perseguido aún podemos verlo cerca de pueblos y ciudades.
En Brasil, el cardenal amarillo ya pasó de la lista roja a la negra, que contiene a las especies desaparecidas. El año pasado un grupo de ornitólogos recorrieron palmo a palmo el estado de Río Grande do Sul, donde solía habitar, pero volvieron decepcionados.
Operativo contra el tráfico ilegal.
La Dirección de Flora y Fauna de Corrientes, junto con la Policía Rural y de Islas, logró desbaratar a un grupo que se dedicaba a la captura ilegal de cardenales amarillos. La Fundación Reserva del Iberá y el Club de Observadores de Aves de Mercedes participaron de la liberación de los ejemplares rescatados.
El grupo de cazadores, provenientes de Santa Fe se dedicaba a la captura de las aves en los alrededores del arroyo Payubre, al sur de los Esteros del Iberá.
En Estación Solari, con los delincuentes en fuga, se vivieron momentos de tensión y una persecución digna de una película, hasta que los uniformados lograron detener la camioneta.
En el vehículo había armas de fuego, municiones y pega-pega (usado para capturar aves vivas), escondidos tras los paneles de las puertas. También llevaban una jaula llena de cardenales amarillos, algunos muertos por las condiciones de hacinamiento.
Antes de ser detenidos, los cazadores se habían desprendido de unos 20 a 25 cardenales amarillos. “Sólo se dedican a esta valiosa especie, una de las mejor pagadas en el mercado ilegal de mascotas”, explicó Carlos Figuerero, miembro de la Fundación Reserva del Iberá y del Club de Observadores de Aves de Mercedes.
Las aves halladas con vida fueron liberadas de inmediato. “Escogimos un sitio con bosque de ñandubay, el hábitat preferido de los cardenales”, comentó el biólogo Horacio Cardozo, quien participó del operativo.
Según explican los especialistas, estas sueltas de aves de jaula incautadas son un caso de cuidado. No siempre es recomendable la liberación, ya que en muchas ocasiones los pobres pajaritos se encuentran tan maltrechos que no están en condiciones de sobrevivir y deben ser llevados a centros de recuperación.
Fuente: INFOVER - Entre Ríos
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